Acapetahua. Chiapas.- “Aurelio Agustín Orantes Ovalle alcalde de Acapetahua Chiapas, quien denunciara a la Comisión Federal de Electricidad por cobrarle más de 4 millones de pesos de energía eléctrica en Octubre del 2012, se mordió la lengua y por el contrario, debería tener vergüenza, por ser un corrupto”, lamentaron habitantes de este municipio, cansados de este edil, a quien exigen regresar a su rancho a ordeñar sus cabras.
Todo se deriva, cuando Aurelio Orantes Ovalle, quien pecaba de inocente, ¡se le cayó el teatro montado en dicha localidad! Recientemente fue denunciado por comprarse dos caballos de carrera de un -cuarto de milla-, importados de los Estados Unidos de Norteamérica EE.UU, para uso exclusivo de apuestas clandestinas que fraguan en varias comunidades.
Las denuncias en contra del descarado alcalde, brotaron como agua podrida. Las voces valientes, agregaron, que Orantes Ovalle, también usa la Policía Municipal, para incrustar a familiares, compadres y amigos cercanos que presuntamente arrastran demandas penales del orden federal por Abigeato.
Ante la serie de irregularidades en Acapetahua, uno de varios líderes que responde al nombre de Manuel Arteaga, podrían tomar la Presidencia Municipal, derivado a los múltiples engaños del ¡alcalde veterinario!, quien aún no concluye el puente -Las Garzas-, derivado de retrasos, ocasionados por la presumible asociación delictuosa con algunas constructoras bajo el emblema de -las nieves-.
La situación en Acapetahua se torna muy delicada, porque el alcalde, aparte de comprar caballos en los Estados Unidos; engañar al pueblo con el retraso de las obras y enfrentar presuntos nexos con bandas dedicadas al abigeo, también lo relacionan con el maltrato y tráfico de indocumentados ¡Una fichita!.
Estas podrido el ke haya escrito esta porquería, se honesto con tu trabajo; no seas fichita. Investiga bien y da nombres de quienes sean los culpables pero no manches la imagen de una persona asi por no más. No seas cobarde.pobrede esta manera das de comer a tu familia, que asco de periodista.
ResponderEliminar